viernes, 18 de septiembre de 2009

Un mes y dos semanas!!!





Habla el chucho, digo Tristán. Tomo la palabra.

Estos días yo también he tenido que sufrir a la minina. Su llegada además no fué del todo buena. Yo sí que quería acercarme a ella, pero no había manera, por más gimoteara y lo intentase.He tenido que soportar por días sus bufidos continuos y todos los mimos para ella, sé que Monica lo ha hecho lo mejor que ha podido y que siempre ha intentado ser equitativa, pero bueno, la gata ha dormido más cerca de ella que yo...

Encima todas las visitas parecen venir exclusivamente a verla a ella, juegan con ella, le miman y yo mendigando por un par de caricias.Menos mal que mi prima María me sigue siendo fiel y todos los besos son para mi.



Me hacía ilusión tener un nuevo compañero de juegos, y no me molestaba que fuera de otra raza, y además gatuna. Pero ésta es muy cansina, a mi me gusta jugar pero no a sus juegos, estoy un poco cansado que de repente salte sobre mi mientras duermo, o mientras camino, o que venga a meter el morro mientras como. Encima como ella es tan pequeña y tan flexible es capaz de subir encima de la nevera donde están nuestras chuches, y se comía las mías!!! menos mal que Mónica la pilló y ya no me ha robado más, que morro tiene la gatita.

Es espabilada, que como es chiquita cuando me quiere dar zarpazos en el morro bien que sabe subirse a sillas o al sofá para llegarme...lo que tengo que soportar todos los días.Menos mal que de vez en cuando se va a dar una vuelta por los tejados y me deja tranquilo.

Pero sí me gusta que se ponga cerca mía cuando duermo, ya que Mónica hace tiempo que no me deja dormir con ella, la gatina da algo de calor y es confortable. Y no ronca, no como otra que me sé yo, aunque diga que yo ronco y hablo en sueños.




Sé que aún es una cría y que hay que tener paciencia, aún así de vez en cuando tengo que darle algún toque de atención para que sepa quien manda sobre ella. Al principio cuando maullaba delante de la puerta de la habitación de Mónica yo la reñía para que no la molestase, ahora nos ponemos de acuerdo para llamarla para que nos haga más caso. He intentado enseñarle un poco como van las cosas en esta casa, pero a ratos va a su bola, para lo cría que es va muy de espabilada.

De todas formas me alegro que seamos uno más en nuestra "familia" y no me importa compartir el bebedero con ella y alguna otra cosa más.


Guau-guau

viernes, 11 de septiembre de 2009

Un mes y una semana!!!





Sí, he saltado una semana, pero es que estaba la ciudad en fiestas y la humana desaparecida y cuando estaba como si no estuviera, a mi me cuesta teclear y que además no me tiene permitido el paso a esta zona de la casa si no está ella...(será porque soy algo traviesa).

Mi relación con Tristán ha mejorado, sigue siendo un poco cascarrabias, sobre todo si le molesto cuando está comiendo o con alguno de sus propios juguetes. Pero el resto del tiempo se porta, dormimos juntos. Y deja que le salte encima de la cabeza y le mordisqueé las orejas, la cola no tanto, eso sí, he notado que si está Monica delante es más permisivo, por eso aprovecho a jueguetear y hacerlo rabiar más delante de ella.

La casa ya se me queda pequeña, por eso he ido a explorar por los tejados, cosa que no parece gustarle mucho a la humana, cada vez que no me ve por aquí no para de llamarme, pero como soy buenina (a ratos) acudo a su llamada. Ella siempre me dice: ten cuidado, y espero que no hayas ido a la terraza de la casa de al lado! Pero si está vacía, no vive nadie, de todas formas si voy o no voy eso nunca lo sabrá, jejejeje.



Además que tengo que aprovechar, que el perro me ha avisado que en cuanto llegue el frío la puerta hacía la libertad va a estar cerrada y sólo será abierta en determinadas ocasiones.Y aún me queda mucho que explorar y descubrir.





Tambien Tris me ha avisado que no traiga amigos, que ahora soy pequeña, pero en cuanto sea una adolescente seguro que viene más de algún gato a verme, y que no está dispuesto a tener más bolas de pelo en su casa.Los piensa asustar a base de ladridos. Que borde!





En fin.

Miau-miau.